CUANDO SUELTAS TODO APARECES TÚ
Cosas que me sirven de aquello que yo considero crecimiento, ya sean vivencias, palabras, imágenes, sueños o pesadillas.
miércoles, 31 de marzo de 2021
jueves, 10 de noviembre de 2016
ALIMENTAR AL ALMA
Hace unos días hablaba con un amigo psicólogo, como muchas otras veces con él, de esas veces en que un@ tiene “constantemente hambre” . Es un tema bastante recurrente, él trabaja con personas que sufren trastornos relacionados con la alimentación y siempre nos apasionó darle vueltas y vueltas a ese tema, encontrar paralelismos y relacionar ese hambre física con hambre emocional, ese “negarse a comer” con “negarse a vivir…” y sacarle punta a múltiples anécdotas profesionales y personales, que en torno a comida, amor, emoción relaciones, sexualidad… etc etc . También me hablaba mi amigo de etología, de la típica reeducación de los perros que no obedecen a sus “amos” de cómo los animales son fieles a su instinto etc.
Hace unos días hablaba con un amigo psicólogo, como muchas otras veces con él, de esas veces en que un@ tiene “constantemente hambre” . Es un tema bastante recurrente, él trabaja con personas que sufren trastornos relacionados con la alimentación y siempre nos apasionó darle vueltas y vueltas a ese tema, encontrar paralelismos y relacionar ese hambre física con hambre emocional, ese “negarse a comer” con “negarse a vivir…” y sacarle punta a múltiples anécdotas profesionales y personales, que en torno a comida, amor, emoción relaciones, sexualidad… etc etc . También me hablaba mi amigo de etología, de la típica reeducación de los perros que no obedecen a sus “amos” de cómo los animales son fieles a su instinto etc.
Comentábamos que un perro,
no solo no necesita para dormir una mullida camita al lado de su dueñ@
sino que es contraproducente, ya que por instinto, confundirá cuál es su
posición, y querrá competir con el “líder” de la manada/ familia, habitualmente
haciendo lo que le da la gana ante la desesperación de sus dueñ@s.
Concluíamos que para no
confundir al perro lo mejor es que
duerma en un cartón de toda la vida, en
el suelo, y así tanto el perro como los humanos sabrán la posición de cada cual.
Me resulta muy curioso la “pseudohumanización”
a la que pretenden a esas mascotas y cómo crean pequeños monstruos que
llevar luego a una supernany para reeducar.
También hablábamos de que las
claves para educar a la mascota, y entre
otras cosas que aprenda cuál es su lugar
y sienta que efectivamente ese es SU
LUGAR, son: la comida, la sexualidad, y
el descanso. Si estos tres factores están en orden, el perro sabrá cuál es su lugar y estará feliz en él. Si el perro no está en su lugar, se
manifestará en la alimentación, sexualidad y en la pauta de descanso. Y ya
inevitable la extrapolación, a colación de los trastornos de conducta
alimentaria, y otros como depresión-ansiedad… si el human@ en este caso, no
está en el lugar (aquí hablamos de espacios físicos o emocionales-relacionales...)
que debe, lo va a manifestar en la comida, en el sueño, en la
sexualidad-relación con otros.
Como digo son temas que nos
apasionan a mi amigo y a mí, la comida, el amor, la sexualidad, la
dependencia-independencia, la ansiedad, cómo calmarla, cómo taparla
atiborrándonos con comida…etc etc.
En
el cuento “Las zapatillas rojas” se hace referencia al hambre
del alma que equivale a estar siempre desesperadamente
hambrient@s.
En
general en “Mujeres que corren con los lobos” se hace referencia constantemente
a la mujer, pero muchas situaciones y
procesos son atribuibles indistintamente a mujeres u hombres.
En
el comentario posterior al cuento, se nos habla de “sentir un hambre voraz por
cualquier cosa que haga sentir a la persona nuevamente viva” , en referencia a
la situación que se da cuando alguien ha
sido “capturado”. Se entiende por “ser
capturado” como el abandono de su
alegría y vida significativa, instintiva y salvaje. Este abandono ocurre de
múltiples maneras: en principio, lo que nos hace felices tejer nuestra vida a mano, esto significa, que
creamos nuestras vidas a medida que avanzamos y hacemos lo mejor que podemos.
Pero llega un momento en que nos decimos: "eso es muy duro, demasiado.
Mira qué bonito es eso o aquello de allí. Parece más fácil, más agradable, más
atractivo." De repente, se acerca “el carruaje dorado ” del cuento, se
abre la portezuela, y subimos. Nos han
seducido. Es aquí, donde abandonamos nuestra vida a mano, lo que nos daba
alegría significativa e instintiva. La
persona ha sido capturada y como digo,
en esta captura poco a poco, deja de sentirse viva. Y se da la consecuente pérdida de instinto natural.
Algunos síntomas de pérdida de instinto natural son: no percatarnos de las
propias necesidades, de cuándo hay que huír o volver... No percibir cuándo es
suficiente de “algo”. Ni cuándo necesitamos dar un paso más o esperar. Que nos
cueste pedir ayuda. Exager o tapar el reconocimiento de las sensaciones de
satisfacción, disgusto, recelo y cautela y el impulso de amar plena y
libremente... y en consecuencia, no
saber lo que hay que hacer.
A
mí me gusta mucho la metáfora que se hace en el cuento: “… La persona que siente
hambre de la auténtica vida del alma puede dar la impresión de estar
"limpia y peinada" por fuera, pero por dentro ESTÁ LLEN@ DE DOCENAS
DE MANOS SUPLICANTES Y BOCAS VACÍAS…y aceptará algo, cualquier cosa, que
parezca similar al tesoro inicial. ” .
Así, aceptará cualquier tipo de alimento
sin importarle su estado o su efecto,
y como necesita compensar las
pérdidas del pasado aceptará mucho y si es posiblé más … Porque tiene hambre
insaciable.
Pero
hay esperanza. Como sigue el cuento, “…por muy terrible que sea la situación,
el Yo salvaje intentará salvarnos una y otra vez. Murmura y arrastra nuestros
esqueletos sin carne (hambrientos) de acá para allá en nuestros sueños
nocturnos hasta conseguir que seamos concientes de nuestra situación y demos
los pasos necesarios para recuperar el tesoro…”.
Para
apartarse de este camino polarizado, hay que abandonar el fingimiento. Vivir
una existencia falsificada del alma jamás da resultado. Vale más vivir al
máximo y lo mejor que se pueda y dejar de robar falsificaciones. Buscando lo que es significativo y saludable.
Volviendo
a la etología. En en el análisis del cuento, vemos cómo el lobo siempre ha sido
considerado un animal cruel y voraz, matando por matar sin darse jamás por
satisfecho. Tiene una malísima e injusta fama tanto en los cuentos de hadas
como en la vida real. En realidad los lobos son unas abnegadas criaturas
sociales. Toda la manada está instintivamente organizada de tal manera que los
lobos sanos sólo matan aquello que necesitan para sobrevivir. Ellos no se
atiborran, excepto cuando algún lobo en particular o toda la manada sufre un
trauma o tras un período de hambre. La idea de que el hambre puede alterar el
comportamiento de las criaturas es una metáfora muy significativa de las
personas que se mueren de hambre
emocional. Y también, en la alimentación, (igual que en la sexualidad-relaciones,
y sueño, como comentaba al principio…) manifestamos ese hambre emocional, ese
abandono de aquello que nos hacía sentir
realmente yo, nuestra alma. Es hambre de alma. Y este hambre hace que el juicio
se obnubile y nos dediquemos compulsivamente a actividades, nos privemos para
ello de sueño, de descanso, de relaciones, de lo bueno para nosotros... Tenemos
hambre de alma y nos atiborramos de actividades o comida pretendiendo autosatisfacernos y llenar el hueco que dejó
el alma... Aquí el alimento no cumple su función de nutrir. Sino que sustituye
al alma, esa es de la que tenemos
hambre. Y si nuestros instintos estuvieran sanos, comeríamos para nutrirnos y
no para llenar el hueco que dejó el alma, esa que nos hace sentir que
existimos.
Los
animales cautivos trastocan sus instintos. Les cuesta muchas veces procrear,
entran en un aletargamiento, una pseudodepresión, sus comportamientos
importantes para la vida (sueño, sexualidad, alimento...) se enrarecen, algo va
mal.
Encontrar
la manera de salir del cautiverio, cada uno, el suyo. Que nuestra alma salga
del rincón en donde se quedó asustada y vuelva.
Una
vez mi amigo psicólogo preparó una conferencia en donde hablaba de todo esto.
Tejió la conferencia a mano, poniendo su
alma, durante algunos días, dedicándose a ello, como él hace las cosas. Luego
se la regaló a una audiencia que, esperando oír que una persona es un cúmulo de
conductas que se pueden diseccionar, y que la anorexia es consecuencia de lo
que nos venden las marcas de moda, se
encontró y quedó encantada, con otra visión. Él habló de recuperar la conexión
esa energía que fluye y nos alimenta, y nos aglutina como un pegamento a
nuestra alma. Habló recuperar el AMOR así, con mayúsculas. Y se quedó tan
tranquilo. Gracias por esa conferencia.
Por cierto a mi amigo y a mí nos encanta comer juntos. Y a mí, me encanta comer todo lo que
él me prepara.
La imagen es de Jesús Piña
miércoles, 12 de octubre de 2016
RECOGER E IRSE
Una parte de mí lo niega. Busca otras causas. No escucha. Escucha y busca otras causas. Sabe que todo se va a arreglar. Tiene fe en que todo se va arreglar. Espera. Se queda quieta. Mira para otro lado. Inventa un plan. Quiere despertar. Intenta dormir. Pretende que esto pase rápido. Imagina que el tiempo pasa rápido. Se da cuenta de que solo quedan los huesos. Recoge esos pedazos y los intenta reconstruir. Recoge los pedazos y se los lleva. Y se pregunta escuchando a Clarissa Pinkola Estés, ¿Qué es lo que hoy tiene que morir? ¿Qué tiene que vivir? Y, si no ahora, ¿cuándo?
domingo, 7 de agosto de 2016
7.08
"El Dios Sol", de Diego Rivera
Cada
noche ella le espera. Se embelesa mirándole, su vida gira en torno
a él. 3 años de relación aunque ella tiene la extraña certeza de
conocerlo hace una eternidad, desde el comienzo del tiempo. Su
poderosa energía le atrae, se reencuentran en vidas. Discutieron,
ella quiere más tiempo juntos. Él, sin explicaciones, NO. Estaba
triste, creía haberlo perdido. Hasta que como cada día, él llegó
por el este. Se abrazaron. Amaneció.
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